ANTECEDENTES
Si bien la
prospectiva es una disciplina relativamente nueva en nuestro medio, en el mundo
se viene aplicando desde inicios del Siglo XX. Los primeros estudios serios
sobre escenarios futuros comenzaron a desarrollarse en los Estados Unidos en la
década de los años veinte, pero la recesión de 1929 y luego el inicio de la II
Guerra Mundial, diluyó este primer intento de identificar escenarios futuros.
Al finalizar la
guerra, Japón inició la búsqueda de metodologías que le permitieran reactivar
su industria, y re-descubrió la prospectiva, convirtiéndose en el primer país
que emprendió con éxito su aplicación en el planeamiento de su industria
manufacturera. En la actualidad, Japón ya está en su Séptimo Ejercicio Delphi
de Prospectiva, vigente para el período 2001-2005.
La experiencia
exitosa del Japón convirtió a la prospectiva en una herramienta imprescindible
para el planeamiento de las políticas públicas. Es así como, desde la década de
los ochenta, casi todas las naciones de Europa y Asia vienen desarrollando sus
Programas Nacionales de Prospectiva. Incluso, la Unión Europea y APEC tienen Centros
Especializados en la formulación y ejecución de estudios de prospectiva: el Institute
for Prospective Technological Studies (IPTS) en Sevilla (España) y el APEC Center
of Technology Foresight en Bangkok (Tailandia), respectivamente.
América Latina no ha
sido ajena a esta corriente. Gracias a la labor de ONUDI desde 1998 en
Latinoamérica y el Caribe se vienen implementando los respectivos Programas Nacionales
de Prospectiva. Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Uruguay, Ecuador, Chile
y México ya vienen ejecutando sus Programas Nacionales con singular éxito.
Brasil destaca por
haber logrado llevar los resultados de los estudios de prospectiva a los niveles
de decisión política y al logro de un consenso Estado-Academia-Sector Privado- Sindicatos.
Las cadenas productivas priorizadas hasta ahora en el Brasil son: construcción
civil, textiles y confecciones, madera y muebles, y plásticos. El horizonte de planeamiento
empleado es el año 2013.
Pero la prospectiva
no ha sido empleada sólo por los gobiernos. Es en el campo empresarial donde ha
tenido un impacto significativo en las tres últimas décadas. La primera empresa multinacional que empleó
una de las metodologías de prospectiva, el planeamiento por escenarios, fue la
petrolera Royal Shell en 1968. Anteriormente a esa fecha, la Shell sólo
aplicaba métodos de pronóstico, lo que les impedía identificar e interpretar
eventos cruciales para su industria como el ocurrido en Octubre de 1973 en Medio
Oriente, que luego fue conocido como “la crisis del petróleo de 1973”. Al
aplicar las técnicas de prospectiva, la Shell pudo vislumbrar este escenario
poco deseable y plantear planes contingentes que fueron empleados en su
momento. Con los años, se demostró que el uso de la prospectiva “tuvo un
impacto fundamental en la forma en que la empresa (Shell) en su totalidad
atravesó la turbulenta década de 1970 y principios de la de 1980”.
En la actualidad, la
mayoría de las grandes empresas internacionales, desde las automotrices hasta
las líderes de la microelectrónica y las telecomunicaciones, así como bancos de
inversión y trading companies, emplean la prospectiva para el planeamiento de
mediano y largo plazo de sus operaciones.
IMPORTANCIA DE LA PROSPECTIVA
Nos ha tocado vivir
en una época en la que los cambios se suceden a un ritmo nunca antes visto, por
ser la antesala histórica de un cambio de época, y por lo tanto, la labor de planeamiento
se ve seriamente impactada por los desarrollos que suelen tomar los acontecimientos
sociales, económicos, culturales y políticos.
Por esa razón, ya no
es posible realizar el planeamiento estratégico clásico, ni en lo político ni
en lo empresarial, basados en una “visión” única y siempre deseable para la organización,
sino que es preciso contar con estrategias robustas y planes contingentes basados
en diferentes escenarios posibles y probables. Es aquí donde la prospectiva produce
su mayor beneficio.
Si una estrategia
logra demostrar que será útil y provechosa bajo escenarios distintos pero
igualmente probables, la organización podrá estar tranquila al implementarla. Generalmente,
las estrategias son diseñadas para funcionar acertadamente bajo determinadas
condiciones del entorno, y si éstas cambian su nivel de éxito comienza a disminuir
y hasta pueden llevar a la organización al fracaso absoluto. ¿Cuántas grandes empresas
han dejado de operar o se han fusionado en los últimos veinte años?
OPERATIVIDAD DE LOS ESTUDIOS DE PROSPECTIVA
En muchas partes del
mundo, los estudios de prospectiva se realizan con fondos públicos y están bajo
la responsabilidad de instituciones del Estado, como el NISTEP (National Institute
of Science and Technology Planning) de Japón, el KISTEP (Korean Institute of Science
and Technology Planning) de Corea del Sur o el Programa de Prospectiva Tecnológica
del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil. Lo mismo ocurre en
Europa, aun cuando en algunos casos el financiamiento lo realizan Fundaciones
de carácter mixto (Estado-Sector Privado), como el Observatorio de Prospectiva
Tecnológica Industrial de España.
En todos los casos,
los estudios de prospectiva se convierten en el insumo principal para la
formulación de los planes y programas de desarrollo científico, tecnológico e
industrial de los países desarrollados, de los NICs (países en proceso de
industrialización) y de los países emergentes.
Ello se debe a que la
prospectiva permite identificar:
a) Las necesidades de
la población y de las empresas en la sociedad futura.
b) Las tecnologías
emergentes que permitirán satisfacer dichas necesidades.
c) Los programas de
investigación y desarrollo (I + D) de nuevas tecnologías, en los casos que no
exista una tecnología emergente en este momento.
Tal como lo define
Michel Godet (1987), la prospectiva es “la anticipación al servicio de la acción”.
Los estudios de prospectiva, aunados a una labor de seguimiento permanente del
desarrollo tecnológico, mediante la llamada “vigilancia o inteligencia
tecnológica”, permiten racionalizar los esfuerzos de I + D, orientándolos hacia
aquellos campos donde se podrán obtener los mayores impactos sociales y
económicos, sin descuidar lo que en otras partes del mundo se viene
investigando, desarrollando y patentando.
Muchos países, entre
ellos el nuestro, viene invirtiendo sus escasos recursos en realizar investigaciones
sobre productos de mercados ya maduros, cuyo ciclo de vida ya está por terminar,
y descuidan e incluso, desestiman, el ingresar a nuevos campos o ampliar las fronteras
de la ciencia, por el alto riesgo que ello implica.
Justamente, la
prospectiva surge como disciplina para realizar un adecuado manejo y control de
la incertidumbre con la finalidad de reducir el riesgo inherente a las diversas
alternativas de futuro que se puede construir. Por lo tanto, su aporte es
sustancial en el momento histórico que vivimos.
MARCO CONCEPTUAL DE LA PROSPECTIVA
La prospectiva parte
del concepto que el futuro aún no existe y “se puede concebir como una realizar
múltiple” (Jouvenel, 1968) y que “depende solamente de la acción del hombre” (Godet,
1987). Por esa razón, el hombre puede construir el mejor futuro posible, para
lo cual debe tomar las decisiones correctas en el momento apropiado.
Existen muchos
futuros posibles, pero de ellos sólo algunos tienen en este momento la mayor
probabilidad de ocurrencia. En los próximos minutos puede ocurrir algo lo suficientemente
importante, como para cambiar es la asignación de probabilidades. Por esa
razón, la prospectiva debe ser capaz de identificar aquellos escenarios futuros
que en el período que va del presente al horizonte del estudio, puedan
presentarse. Mediante el uso de
metodologías que son empleadas ampliamente en distintas disciplinas
científicas, la prospectiva busca identificar los escenarios futuros más probables
y deseables hacia los cuales debe enrumbarse una organización, una región o un
país. Existen más de 120 metodologías distintas, aunque las más usadas son:
1.
MÉTODO DELPHI: que consiste en
preguntarle a un grupo de personas (expertos y no expertos en el tema bajo
análisis) sus opiniones (juicios de valor basados en conocimiento, experiencia,
imaginación, sentido común o intuición), acerca del comportamiento a futuro de
un grupo dado de variables (factores de cambio o “drivers”), con la finalidad
de tener una idea lo más clara posible de la situación futura que esas
variables producirán.
2.
MÉTODO DE
PROBABILIDADES DE BAYES: es la aplicación de las fórmulas derivadas del Teorema
de Bayes a la determinación de las llamadas probabilidades revisadas; y que
están asociadas a un conjunto dado de hipótesis (escenarios posibles)
mutuamente excluyentes, como consecuencia de la interacción de variables
generadoras de futuros (“drivers”).
3.
MÉTODO DE LA MATRIZ
DE IMPACTO CRUZADO:
su lógica básica subyacente consiste en hacer una exploración del futuro
(prospectiva) sobre la base de las interacciones de una serie de variables
(“drivers”) que pueden o no tener influencia sobre el tema bajo análisis dentro
del horizonte temporal considerado.
4.
EXPLORACIÓN DEL
ENTORNO:
es una técnica muy simple de aprender pero muy poderosa por el nivel de
análisis que permite, y que se basa en la identificación de variables de cambio
(“drivers”) mediante el empleo de diferentes enfoques temáticos.
5. MÉTODO DE ANÁLISIS
MORFOLÓGICO:
esta técnica persigue explorar todas las posibilidades en las que pueda
evolucionar un sistema determinado. Para ello, es preciso identificar con gran
precisión lo que se denominan los parámetros caracterizadores del tema bajo
estudio.
Un adecuado balance
en el uso de las distintas metodologías impide que se caiga en sesgos y
enfoques unilaterales. La principal barrera a eliminar es tratar de
“desaprender” y no extrapolar necesariamente el pasado. Eso permite tener la
suficiente creatividad para vislumbrar las oportunidades que el futuro puede
crear para nuestra organización. Sin
embargo, no es recomendable desprenderse totalmente del pasado, pues se puede aprender
mucho de él. Por eso la prospectiva “debe usar el poder de la retrospectiva
para transportarnos a futuros mejores” (Johnston, 2002).
Existen dos escuelas
científicas que dominan el campo de la prospectiva a nivel mundial. La primera
fundada en Francia en la década de los años 60 por Bertrand de Jouvenel y un
muy joven Michel Godet, se basa en el Humanismo para proponer que el futuro
puede ser creado y modificado por las acciones de los actores sociales, ya sea
individuales u organizados, y propone estudios que caractericen la sociedad
futura en sus diversos enfoques: social, económico y cultural.
A la segunda escuela
se le denomina Inglesa porque sus principales defensores se encuentran en las
Universidades de Sussex y Manchester, aun cuando preferiría llamarla Anglosajona
porque su influencia también abarca Alemania y los Estados Unidos. Esta corriente
de pensamiento considera a la tecnología como el principal motor del cambio en la
sociedad, y desde el análisis del cambio tecnológico se proyecta hacia la
construcción de escenarios futuros, por lo que considera que la acción de los
actores sociales no es tan importante como para marcar el rumbo del futuro. Ahí
radica su diferencia con la escuela francesa.